Juan Pablo Castel, pintor de profesión, es un hombre
introvertido, de mente algo enfermiza, lleno de traumas, complejos, rencores,
dudas existenciales que lo convierten en un tipo solitario. Una soledad que
le hace ver la vida desde un punto de vista muy particular. O quizás sea al
revés, es decir, que su filosofía de vida le lleva a la incomprensión del
mundo que lo rodea, y por tanto a la incomunicación y a la soledad lo que genera en us mente pensamientos “oscuros”.